miércoles, 15 de junio de 2011

Te conocí viendo pasar trenes que nunca regresaban. 
Tú esperabas a otra mujer en la estación; parecías cansado. 
No supe qué decir.....Se quedó un ángel dormido en mi garganta.
Al fin el tiempo nos reunió como a planetas que orbitan. 
Coleccionabas soles, me dijiste, 
Me enseñaste tus heridas. 
Yo me solté el pelo y amarré las horas con mi cinta.
Y ahora te miro tras tantos años. 
Creo que aún te debo muchas canciones...


El tiempo y sus mareas fueron  meciéndonos con sus latidos. 
El fiero canto de un guerrero cisne anunciaba un nuevo siglo. 
Cayeron hombres, levantaron muros y aún seguías conmigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario